El libro “El elemento” de Ken Robinson, nos muestra
los principales errores que cometemos como personas encargadas de enseñar y
educar a los futuros adultos, la limitación de habilidades, capacidades y
vocaciones.
El modelo educativo, al transcurrir los años ha
cambiado en diferentes aspectos, se promovió fomentar la educación inclusiva,
hacer al alumno autodidacta, que el profesor sea un guía para el conocimiento,
que todos los aprendizajes se vuelvan significativos y sobre todo que los pongan
en práctica en su vida cotidiana. A pesar de estos cambios, el modelo educativo
sigue teniendo diversas deficiencias, por lo tanto, no satisface a los alumnos
por completo, este es un problema que durante años se ha presentado en la
educación.
A los profesores, desde su formación, nos han enseñado
a seguir con un plan y programa de estudio, que va cambiando cada determinado
tiempo. Es un sistema tan rígido que se tiene que llevar acabo al pie de la
letra, solo fomentando actividades dinámicas, innovadores y siempre actualizándose,
pero el sistema es lo mismo.
Los alumnos, desde temprana edad, nos enseñan a
siempre seguir ordenes, nunca salirse de la línea y seguir el mismo camino. Nos
enseñan que equivocarse es un gran error que se tiene que corregir lo antes posible,
no nos hacen aprender de los errores, o verlos como una experiencia. Si hacemos o pensamos algo
que no está “bien” para la sociedad o que simplemente no está plasmado en el
sistema educativo, te catalogan como alumno indisciplinado, con aprendizajes diferentes
y, por lo tanto, no apto para ser un ciudadano de bien.
A pesar de que hoy en la actualidad se fomenta
mucho que en las clases existan los tres estilos de aprendizajes, visual, auditivo
y kinestésico, aún existen muchas deficiencias, por lo mismo que la mayoría de los
profesores limitan a los alumnos, queriéndolos formar a todos por igual
siguiendo el plan de estudio.
Como nos presenta el libro, muchas de las personas
que soy reconocidas por sus éxitos, no les iba tan bien en la escuela, ya que
sus habilidades eran otras o simplemente esa forma de enseñar para ellos no era
la correcta, a la mayoría no se les detecto esas capacidades, fue por ellos
mismos que siguieron practicando lo que en verdad les apasionaba, antes de que
la escuela, por desgraciada, en lugar de motivarlos los apagara y terminara por
hacerlos perder esas habilidades que presentaban.
El elemento, como lo presenta el libro, no es
algo tan fácil de encontrar, y muchos menos si siempre estuvimos acostumbrados a
que nos digan que hacer y cómo hacerlo. Esta forma de “enseñar”, hace que el
alumno se limite y no conozca sus interés, habilidades y capacidades, los vuelve
con una mentalidad tan cerrada, que poco a poco van perdiendo la creatividad o
el interés por sus gustos, es aquí cuando buscas una profesión o un trabajo
solo por aceptación o sueldo, no por gusto o habilidad.
Se supone que la educación debe de encaminar al
alumno a su profesión dependiendo de sus habilidades, primero haciendo que el
alumno las descubra y después desarrollarlas y así sucesivamente hasta
encontrar su elemento. Si así fuera nuestro modelo educativo, tendríamos
profesores, arquitectos, doctores, músicos, abogados, entre otros profesionistas,
todos con vocación, personas con una vida plena y feliz, todo esto por estar
practicando lo que en verdad los apasiona.
Como muestra el libro, si los padres de Gillan
le hubieran hecho lo que los profesores les pedían, meter a su hija en una escuela
con necesidades especiales, darle algún tipo de tratamiento o medicamento para tranquilizarla
o simplemente controlarla hasta cierto punto, hoy en día no hubiéramos tenido
esas hermosas obras tan reconocidas como son Cats o el fantasma de la ópera. Si
Matt, le hubiera hecho caso a su profesor de artes, al no utilizar tanto papel
y colores, al no estar dibujando todo el día, a poner más atención a otras
materias en lugar de artes, o en buscar una profesión “verdadera” en la actualidad
no hubiera tenido esa serie tan divertida y famosa que la mayoría de los adultos
crecimos, Los Simpson. Así como estas historias y más, nos muestra el libro, dejándonos
como enseñanza, que la escuela muchas veces no es la que nos enseña, sino es
cuestión de nosotros mismos.
Otro ejemplo que nos presenta dicho libro es de
la vida del famoso baterista Mick Fleetwood, dicha persona nunca fue buena en
la escuela, tenía malas notas, y aunque los profesores tenían conocimiento de
que el tenían la habilidad de la música, por sus bajas notas no podían hacer
nada, así que por sí solo y con el apoyo de sus padres, se dedicó a la música,
desarrollando así sus habilidades y su vocación, más tarde se dio cuenta que
una nota de un examen nunca habría reflejado su capacidad o su inteligencia.
Todo esto ocurrió porque no acepto lo que decía el modelo educativo por su desempeño
escolar.
Pero no siempre las personas logran el éxito
solo o con el apoyo de sus familiares, en algunos casos también interviene diversos
profesores, un claro ejemplo es el del famoso Bart Conner, el cual con ayuda de
su profesor de educación física pudo conocer gimnasio profesionales los cuales
le permitían desarrollar sus habilidades como gimnasta, para así llevar acabo
su capacidad a algo más profundo y no solo para entretener a la gente; existen
profesores que ponen atención a los comportamientos de sus alumnos, que están
en la disposición de ayudar y sobre todo apoyar. A este tipo de profesores yo
les considero maestros con vocación.
Hoy en la actualidad se sostiene lo que Ken
Robinson menciona en el libro sobre la inteligencia. Antes se tenía el conocimiento
que por medio de un test de coeficiente intelectual se podía medir la inteligencia
de las personas y por así decirlo definía su futuro, pero hoy se sabe que un
simple numero o resultado no define la inteligencia; los números indican en
gran medida la habilidad de una persona de cierto tipo de razonamiento
matemático o verbal, mide cierto tipo de inteligencia, pero no toda. La inteligencia
se determina dependiendo de las habilidades y capacidades de cada persona, no
se puede generalizar ya que todos aprenden de diferente manera.
Con los exámenes nos indica que hay una forma
limitada de media la inteligencia y que el valor de la inteligencia de todas
las personas se puede reducir a una cifra o a algún tipo de consiente, pero la
verdad es que, hay diferentes maneras de expresar la inteligencia y que ninguna
escuela puede mediarlas.
A pesar de que se tiene conocimiento de lo
antes mencionado, los profesores pasan gran parte del año escolar preparando a
sus estudiantes para los exámenes estatales que, por desgracia, lo determina
todo, desde la colocación de los alumnos en los grupos para tomar clases, hasta
el prestigio que se les dará a las escuelas.
Claro está que estos exámenes no consideran las habilidades especiales
de los alumnos, por lo tanto, tampoco las necesidades ni de la escuela, pero
tiene un gran poder al momento de influir en el futo académico de los alumnos.
El caso de Alexis Lemaire, otro ejemplo que nos
brinda Ken en su libro, nos deja de enseñanza que a veces uno tiene que ponerse
retos, estar en un entrenamiento, para desarrollar esas habilidades, no siempre
uno tiene que esperar a que los demás lo apoyen o lo ayuden, la mayoría de las
veces las personas exitosas son así por ellos mismo, ya que ellos se ponen a
prueba continuamente y creando complejas técnicas para explotarlo. Pero la
clave de todos estos logros se encuentra en una habilidad única y combinada con
una gran pasión y mucho compromiso, Alexis tiene muy en claro su elemento.
Ken divide la inteligencia en tres diferentes
rasgo característicos, uno de ellos es la creatividad, para sostener este rasgo
menciona el ejemplo del Albert Einstein, científico y matemático, que como se
conoce nunca fue bueno en la escuela, sin embargo el utilizaba la creatividad
para llegar a los resultados de diversos problemas muy complejos, haciendo uso
de un violín, improvisando melodías, reflexionado sobre las ecuaciones, así obtenía
la respuesta, enlazando el desarrollo intelectual y la creatividad.
Por lo tanto, si dos personas obtienen la misma
calificación, esto o quiere decir de que harán las mismas cosas, ni que
compartan los mismos intereses, mucho menos que alcanzarán los mismos logros de
la vida. Como antes se mencionó existe una diversidad de inteligencia, por lo
tanto, cada quien aprende a su forma, manera y dependido de sus habilidades y
capacidades.
Se dice que la escuela jamás te va a moldear,
que su principal propósito es que los alumnos conozcan, generen habilidades,
tengan capacidades y sobre todo estén preparados para la vida cotidiana, pero
como menciona Faith Ringgold, ella pudo lograr ser un reconocida pintadora, escritora
y compositora, gracias a que sus estudios comenzaron mas tarde, por lo tanto,
no andaba por ahí para que la moldearan, como lo hacían con los demás en la
sociedad, pero esto no por maldad sino por facilidad, es decir cuando se tiene
un montón de persona en un mismo espacio, es mejor conseguir que todos se
muevan de cierta forma iguales para que funcione mejor. Por este motivo ella
tuvo una enseñanza diferente, se podría decir más libre, ella pudo conocer su
elemento a una temprana edad, y poder desarrollar a su manera.
Con estos claros ejemplos de Einstein y de
Ringgold, nos podemos percatar que la inteligencia y la creatividad no son cosas
diferentes, sino que van enlazadas una con la otra, no podemos ser inteligentes
y no ser creativos, o muy creativos, pero no inteligentes. No se puede ser creativo
y no actuar inteligentemente. La forma más inteligente consiste en pensar de manera
creativa. Todo mundo nace con capacidades creativas, la cuestión está en
desarrollarlas. Se tiene la idea errónea que la creatividad solo funciona en
campos de acción creativos, como son las artes, el diseño, publicidad, etc.,
pero lo que la mayoría de las personas no tienen conocimiento es que la
creatividad también funciona en la ciencia, matemáticas, ingenieras, en un
atleta, entre otros, El hecho es que puede ser creativo en cualquier cosa, cualquier
cosa que requiere inteligencia.
La creatividad va un paso más allá que la imaginación,
ya que exige que hagas algo en vez de estar solo pensando en ello, ya que la imaginación,
es solo pensar, ver con la mente, en la creatividad se pone en práctica la
inteligencia, a pesar de que son cosas distintas, todas se unen, y se hace una
colaboración para encontrar el elemento de cada persona.
Normalmente las personas que utilizan la
creatividad en el trabajo o en cualquier ámbito de sus vidas, tiene algo en común,
aman lo que hacen. Las personas que aman lo que hacen no piensan en ello como
si fuera un trabajo, lo hacen porque quieren y porque al hacerlo está en su
elemento, en realidad han encontrado sus habilidades, capacidades y su
vocación. A veces, cuando nos divertimos jugando con las ideas, estamos mas
abierto a nuevos pensamientos. Por eso cuando uno está feliz las cosas salen
con mayor efectividad.
Para desarrollar nuestras habilidades creativas
es necesario que desarrollemos también nuestras habilidades prácticas en el
medio en que nos encontremos. Por esta simple razón, algunos profes hacen las matemáticas
un poco tediosas, dando la clase solo con soluciones de aciertos o errores, sin
tener ninguna creativa en la materia, por esos los alumnos terminan odiando las
matemáticas. Por esta razón, muchas personas han decidió que simplemente no son
buenas para las matemáticas, pero es bastante probable que sus profesores les
enseñaran mal o en un mal momento, En cambio, Richard Feynman, a pesar de ser
una eminencia con las matemáticas, el las a bordo de distinta manera, sacando
la creatividad y la imaginación en las ecuaciones.
William James, el cual vivió en el silo XIX,
menciono su descubriendo, el cual reafirmo lo que Ken Robinson, descubrió sobre
el elemento: “Los seres humanos pueden alterar su vida modificando su disposición
de ánimo, si cambias tu forma de pensar, puedes cambiar tu vida”. Para Ken este
es el poder de la creatividad, y lo que se significa encontrar tu elemento,
partiendo desde tu estado emocional, practicando actividad que se satisfagan,
sobre todo tomando en cuenta tus habilidades y capacidades, descubriendo nuevas
cosas.
Ken nos muestra otro ejemplo, con una materia diferentes.
Ewa Laurance, campeona del billar, menciona que jamás le gusto la geometría ni
la física, que de hecho era pésima en esas materias en clases, pero desde que
descubrió su elemento en el billar, ve la física y la geometría en cada juego,
desde ese momento, tuvo una motivación para aprender mas sobre las materias, ya
que de eso dependía para poder ganar los juegos. Aprendía las ecuaciones y
formulas, y al momento de jugar las ponía en práctica, ella jamás imagino que
en unas materias que hasta cierto punto odiaba, se convertirían en las asignaturas
más importantes para su vocación, para encontrar su elemento no necesito a sus
profesores, ni a su familia o estar aburrido en clases, lo único que necesito
fue salir a un lugar nuevo con sus amigos, para poder conocer sus habilidades.
Ken menciona estar en la zonza, cunado una vez
que has encontrar tus habilidades y por lo tanto tu elemento, lo desarrollas y
te encuentras en tu zona, amas lo que haces.
Incluso cuando estamos haciendo lo que amamos, se pueden dar frustraciones
decepciones y momentos en los que sencillamente no funciona o no cuaja, pero
cuando por fin lo logramos, transforma nuestra experiencia del elemento.
Hacer aquello que se ama no garantiza estar en
la zona todo el tiempo. A veces uno no está de buen humor o es un mal momento,
por lo tanto, las ideas simplemente no fluyen. Cada persona al conocer su elemento,
va descubriendo su zona, y sabe cómo llegar. A este punto yo le llamo conocerse
emocionalmente.
Como último pienso que el libro es realmente interesante
en todos los aspectos, tanto como estudiante como un futuro docente, que se encuentra
en formación. Como primer aspecto el libro te ayuda a reflexionar sobre la situación
en la que te encuentras, pensar en tu presente e imaginarte el futuro, preguntarte
¿Conozco mi elemento?, la mayoría de la gente se deja llevar por la sociedad,
el qué dirán, criticas o simplemente por económica, dejando a un lado lo que en
verdad interesa, las necesidades, gustos e intereses de cada quien.
Encontrar el elemento es algo que todas las
personas deben de hacer en un momento de nuestras vidas, hoy en la actualidad a
pesar de que la escuela te inculta una educación, donde el alumno es
autodidacta, seguimos regidos por un sistema en educación, donde tanto alumnos
como profesores debemos de seguir, sin perder ningún contenido, dejando a un
lado la creatividad y la imaginación; aspectos que por nacimiento tenemos
desarrollados, lamentablemente durante el proceso de educación, se van
perdiendo, el lugar de formarlos e irlos desarrollando poco a poco.
Como futuro docente el libro me sirio para
recapacitar, y sobre todos lograr que mis alumnos busquen su elemento, a pesar
de que sea difícil, este será un reto para mi persona.

Tu ensayo me ayudó mucho a comprender partes del libro que no llegaba a entender totalmente
ResponderEliminarconsidero que en tu escrito aportaste muy buenos argumentos y me gustó mucho esta frase "Hacer aquello que se ama no garantiza estar en la zona todo el tiempo", porque creo que nuestro verdadero Elemento en ocasiones nos hará salir de nuestra zona de confort y eso no es malo, pues nos ayuda a forjar un mejor carácter.
ResponderEliminarEsta muy completo tu escrito, considero que es un libro muy interesante que toda persona debería leer.
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